Florence Knoll: una vida extraordinaria

La extraordinaria vida Florence Knoll.

Pionera del diseño moderno e industrial americano en los años 40, Florence Knoll pertenece a ese grupo de grandes mujeres que han destacado en un mundo tan masculino como la arquitectura y el diseño, dentro de una sociedad donde todavía muchas solo eran consideradas “maniquíes con faldas entalladas y zapatos de tacón“.

Florence Knoll nace 1917 en una panadería y se queda huérfana a los doce años. Reside en Saginaw-Michigan, y comienza sus estudios en The Kingswoods School adyacente a The Cranbrook Academy of Art, es allí donde conoce a Eilel Saarinen, madre de Eero, y con el cual crea un vínculo de amistad tan fuerte que Florence pasa a convertirse en “uno mas de la familia“.

Este hecho fue fundamental porque coincide en el tiempo con su apasionado interés por la arquitectura y los largos veranos que disfruta junto a la familia Saarinen en Finlandia, lugar donde toma el primer contacto con el diseño escandinavo.

Entonces recomendada por Eilel y Alvar Aalto  acude a estudiar arquitectura con Walter Gropius y Marcel Breuer en Cambridge y con Ludwing Mies Van de Rohe en el instituto de tecnología de Illinois. En 1941 Florence se traslada a vivir a Nueva York y conoce a Hans Knoll que como director de Knoll Furniture Company, queda convencido de la ideas de expansión del negocio que propone Florence respecto al diseño de interiores.

Hans y Florence se casan en 1946, momento en el que crean la planificación de diseños Knoll, con planteamientos de nuevos conceptos, eficiencia y diseño a los espacios en oficina.

Con su visión práctica tanto en la vida como en la arquitectura aporta ideas revolucionarias como la incursión de arquitectos a los proyectos de diseño interior y consigue que la empresa colabore con sus amigos, Eero Saarinen, Franco Albini, Jens Risom; y con artistas y escultores como Harry Bertoia e Isamu Noguchi. A posteriori incluye además la adquisición de los derechos de producción de los muebles Barcelona creados por Mies Van De Rohe, y la silla Wassily de Marcel Breuer, expandiendo la compañía a nivel mundial.

La premisa de “Encontrar espacio para trabajar el espacio” es lo que produce en años sucesivos el éxito de la compañía creando The Knoll Planning Unit y ejecutando con un estilo modernista e inimitable importantes proyectos de corporaciones americanas como IBM,GM o CBS.

En 1955 Hans Knoll muere en un accidente de tráfico, y Florence toma el testigo de la compañía y desarrolla la conjunción de la arquitectura, manufactura, diseño interior, textiles, gráficos, publicidad, y presentación, además de desarrollar su talento en diseño de piezas, como sofás, sillas, mesas auxiliares, escritorios. Se convierte en una de la mujeres más influyentes del diseño moderno. Piezas Knoll forman parte y se exhiben en los principales museos de arte, con más de 40 piezas de la colección permanente de diseño en el museo de Arte Moderno de Nueva York.

La visión imaginativa de Florence Knoll sigue viva a sus 98 años y su lema de empresa: Good Design is a good business – Buen diseño es un buen negocio, sigue siendo hoy en día la constante de que la arquitectura y el diseño interior deben contener funcionalidad, procesos de trabajo y estética, una filosofía perfectamente aplicable a todos los ámbitos de la vida.

Abrir chat
Bienvenido a Ibermaison.
¿En qué podemos ayudarle?