Cuando vemos el camino ya no necesitamos saber hacia dónde vamos.
Mientras que podemos pasar horas escogiendo el mobiliario o decidiendo los colores para nuestra casa, a menudo prestamos muy poca atención a la iluminación, tanto a la natural como la artificial. Damos por supuesto que ya está instalada y que no tiene posibilidades de mejorar.
La iluminación a menudo se escoge cuando ya está todo terminado, pero lo cierto es que la forma en que utilicemos la luz del día y el empleo que hagamos de la luz artificial puede dar un gran impacto a una habitación.