Los Eames, el binomio perfecto

En los años 40, él, Charles Eames profesor de la Universidad de Cranbrook que llevaba diseñando junto a Eliel Saarinen algunos proyectos premiados, y ella, Ray Káiser convertida en alumna de Eames, se conocen y se enamoran. Acaba de nacer el binomio perfecto.

El matrimonio Eames es fruto de pasiones, de revoluciones, de procesos creativos democráticos, y responsables de la historia del diseño del siglo xx.

Imaginemos a estas dos personalidades en potencia, frente a su nueva casa en Los Ángeles. Juntos, abriendo la puerta, (sin saber posiblemente que la conjunción de ambos cambiará la historia del diseño) Ese momento de “lienzo en blanco”, en el que las miradas se complementan buscando respuestas para crear un hogar, sin ser conscientes que dentro de ese espacio, se van a desarrollar las piezas indispensables del diseño industrial, y que va a dar comienzo la historia mas apabullante y apasionadamente creativa del pasado siglo.

Imagino a Charles Eames lanzando su pregunta al aire: ¿Resuelven el problema? ¿Sirve? ¿Cómo se verá en diez años?

Posiblemente, desde esa premisa desarrollaron todas las piezas e ideas que los hacen mundialmente conocidos por la contribución a la arquitectura, el diseño de mobiliario, diseño industrial, el cine, y la fotografía.

En su continuo rechazo a lo convencional y su precisión ante los planteamientos, surge la utilización del contrachapado moldeado, y sus experimentos con el acero, con la resina de poliéster reforzada con fibra de vidrio, para conseguir más resistencia en los elementos de apoyo, y siempre con la intención de abaratar costes y mejorar aspecto.

Su domicilio particular en Pacific Palisades, se convierte entonces en el escenario perfecto para el desarrollo imaginativo del diseño y en icono de la arquitectura y del diseño internacional.

Hay que reconocer que en esos años, en EEUU la decoración moderna era aceptada como algo apetecible, excitante y original. El público necesitaba un determinado nivel de humor y falta de convencionalismos, y exento de prejuicios estaba preparado para la sorpresa. Así es que los Eames siguieron creando nuevos diseños de muebles como las sillas de fibra de vidrio Plastic Chair en 1950,(“Getting the most of the best to the greatest number of people for the least” “Conseguir más de lo mejor, para más gente y por menos” ~Charles Eames), el sofá Lounge Chair, que forma parte de la historia del mobiliario moderno, el taburete de nogal Time Life en 1960, el sofá 3473 en 1964, y los asientos modelo Tandem Seating de los aeropuertos Dulles y O Hare, todavía utilizado en multitud de salas de espera de todo el mundo. ¡Los Eames están hoy en día en todas partes!

Cristina de Lope

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